Inmersión sin botella
C uando la temperatura interna de tu cuerpo depende de la de tu entorno, vivir en el agua puede ser un auténtico desafío. Y como todo gran desafío en la evolución de la vida, requiere adaptaciones excepcionales... Los galápagos leprosos ( Mauremys leprosa ), animales poiquilotermos, necesitan salir del agua para aumentar su temperatura corporal. En la foto un ejemplar adulto en el río Duratón, Segovia. Hay un aspecto sobre nuestro metabolismo que damos por hecho y a menudo pasamos por alto. Estamos acostumbrados a que nuestro cuerpo se mantenga a una temperatura constante y no siempre somos conscientes de lo que esto conlleva. Salvo que algo vaya mal, nuestra temperatura corporal se mantiene entre unos 36.1°C y 37.2°C. Esa es la temperatura a la que la mayor parte de procesos corporales de nuestro organismo, sus proteínas y enzimas funcionan de forma óptima. Sin embargo, para mantenerla en ese rango, los animales homeotermos afrontamos un gasto energético constante que evit